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Patrimonio Histórico-Artístico

Patrimonio histórico arqueológico

Vilches

es una localidad situada en las estribaciones de la Sierra Morena jienense, en el centro-norte de la provincia. En su término municipal existen numerosos yacimientos arqueológicos datados desde la etapa neolítica. De la Edad del Cobre es el yacimiento de Santagón. En la Edad del Bronce, la intensa actividad metalúrgica posibilitó la aparición de poblados fortificados, como el del Cerro del Salto.

 

El período ibérico también dejó importantes restos en Vilches. Dentro de la zona de influencia de Cástulo estaba la ciudad ibero-cartaginesa de Giribaile, un oppidum, cuyas fortificaciones y amplitud revelan su gran importancia dentro de la comarca, ya que dominaba buena parte de la comarca minera circundante, así como los caminos y pasos naturales. Giribaile alcanzó gran importancia en el desarrollo de la Segunda Guerra Púnica, en los últimos años del siglo III a.C., siendo conquistada, finalmente, por el ejército romano.

 

Pero Giribaile es más que un yacimiento arqueológico, es todo un parque arqueológico en el que existen, además del oppidum ibérico, un conjunto de cuevas eremíticas y un castillo medieval.

 

El pasado romano de Vilches se conoce a través de las fuentes literarias y de los datos aportados por los hallazgos epigráficos y arqueológicos. En una lápida epigráfica, aparecida en el cerro del Castillo, se conmemora hacia el 76 d.C. la concesión a Baesucci (Vilches) del título de municipio por el emperador Vespasiano. A esta época pertenece, también, la villa de Santagón situada en la vega del río Guadalén.

 

Después del año 711, Vilches fue rápidamente ocupada por los musulmanes, atraídos por la cercanía de las minas de Cástulo y el paso de las antiguas vías romanas. El largo período de tiempo de inclusión en Al Andalus dio a la villa el carácter de una típica ciudad musulmana, aún hoy observable en el trazado del casco urbano antiguo. En la época de los reinos taifas, Vilches perteneció a la taifa del rey Al-Mutamid de Sevilla y, posteriormente, con la invasión almorávide y almohade se refuerza su carácter defensivo, quedando incluida en el reino andalusí de Hamlakat Yayyan.

 

El día 16 de julio de 1212 los cristianos vencen en la cercana batalla de las Navas de Tolosa, lo que les abre las puertas del Valle del Guadalquivir. En la crónica de don Rodrigo Ximenez de la Rada se describe el protagonismo de Vilches en aquel acontecimiento: "Después de la gran victoria de las Navas de Tolosa mandó el rey don Alfonso a don Rodrigo Garcez de Asa... que fuese sobre el castillo de Vilches, lugar fortísimo por la alteza del risco donde está edificado, a cuatro leguas de la ciudad de Baeza... y apretaron tanto el cerco con la batería, que los moros se rindieron pensando salvar sus vidas. Lo cual les sucedió al contrario, porque luego fueron todos degollados, y lo mismo hicieron en los castillos de Ferral, Baños y Tolosa...". Durante el siglo XIII se conceden fueros y se lleva a cabo el proceso de repoblación, pasando entonces Vilches a depender de la ciudad de Baeza.

 

En 1627 Felipe IV concedió a Vilches el título de Villa, independizándose así de Baeza. En el siglo siguiente, la repoblación de Sierra Morena llevada a cabo por Carlos III redujo el término municipal de la Villa para crear los nuevos núcleos de Arquillos, Carboneros, La Carolina y Santa Elena.

 

En la actualidad, lo primero que observamos en la distancia de una primera contemplación es el urbanismo de un antiguo pueblo que se desparrama sobre las laderas de tres cerros. En uno de ellos se alzan los restos del castillo árabe. En el interior de lo que fuera el patio de armas se levanta la ermita-santuario de la Virgen del Castillo.

 

En la plaza mayor se encuentra la Iglesia de San Miguel Arcángel, obra de cantería de finales del siglo XVI. Es digno de admiración su retablo barroco. En una de sus capillas laterales se conservan diversas reliquias relacionadas con la batalla de las Navas de Tolosa: una cruz de hierro, una bandera-estandarte, una alabarda y una casulla obispal.

 

Cuenta Vilches, además, con un enorme patrimonio troglodítico, puesto que todas las laderas de sus cerros están horadadas de cuevas, cuyos orígenes se remontan a tiempos lejanos, pero que han estado habitadas hasta décadas recientes del pasado siglo.


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